La electricidad en una vivienda, local comercial o empresa es compleja. Más allá de la realización de la instalación, cableado etc., labor realizada por profesionales, como usuarios debemos de contratar la potencia que vayamos a necesitar. Para ello es importante saber si tenemos una instalación monofásica o trifásica. Aunque parezca un asunto complicado, es fácil averiguar qué es una instalación monofásica y diferenciarla de la trifásica.
La corriente eléctrica monofásica es el que tienen la gran mayoría de viviendas. Aquellos domicilios que no necesiten una potencia mayor a 13,86 kW.
Para aquellos que no sean aficionados a este sector o no sean electricistas podemos definir una instalación monofásica como el tipo de corriente alterna que llega a una vivienda en un único sentido. Este sistema se emplea habitualmente en la iluminación, la calefacción y en pequeños motores eléctricos (electrodomésticos). A diferencia de la trifásica tiene un voltaje inferior y sus tensiones se establecen a 220 o 230 voltios. Por lo tanto podremos contratar una potencia máxima de 13,86 kW para 220 voltios y 14,49 kW para 230 voltios.
Así que si estás en plena reforma de la instalación eléctrica, lo que primero que debes hacer es calcular la potencia que consumen todo los aparatos eléctricos. Si no pasan de los 13,86 kW, lo recomendable es una instalación monofásica. Esto hará que pagues menos en tu factura eléctrica y salten menos los plomos.
Como saber si una instalación es monofásica o trifásica en la factura
Si por el contrario llevamos viviendo años en el hogar y realmente no sabemos qué tipo de instalación tenemos, no hace falta ser un profesional para diferenciarlas. Tanto en la factura como en el cuadro eléctrico de nuestro domicilio podremos comprobar este aspecto.
La forma más sencilla de conocer qué tipo de instalación eléctrica tenemos es acudir al cuadro eléctrico. Si los dispositivos son dobles, es que es monofásica.
Por su parte, también se puede saber si revisamos la factura de la luz, según la compañía con quien la tengamos contratada. Si aparece la tensión del suministro de la luz y se encuentra entre 220-230V es monofásica si es entre 380-400V es trifásica. Otro forma es teniendo en cuenta el peaje de acceso. Las instalaciones trifásicas corresponden a la tarifa de acceso 3.0 TD, si aparece algo de eso en tu recibo será trifásica.
¿Vale la pena cambiar de trifásico a monofásico?
Antes de analizar si merece la pena cambiar de monofásico a trifásico, tenemos que conocer las diferencias entre instalación monofásica y trifásica.
A groso modo si tras calcular la potencia de todos nuestros aparatos eléctricos las necesidades son superiores a 13,86 kW, es adecuado hacer el cambio. Eso sí, tenemos que asegurarnos de que los electrodomésticos sean trifásicos. Por su parte si tenemos trifásica y queremos pasar a monofásica, esto nos ayudará a ahorrar. Contrataremos menos potencia y los electrodomésticos monofásicos son más baratos y su consumo es menor.
De todas formas es importante saber que el cambio de instalación conlleva una serie de gastos a los que habrá que añadir un nuevo Boletín Eléctrico (CIE). Si has descubierto qué tipo de sistema tienes y quieres proceder a su sustitución, en BDBN contamos con un equipo de electricistas capaces de realizar el cambio de instalación monofásica a trifásica o al revés. ¡Ponte en contacto con nosotros! Estamos disponibles los siete días de la semana en un amplio horario de atención al público o rellena el formulario que aparece en la web. Te daremos una respuesta con la mayor celeridad.
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