Cualquier avería en un domicilio es una gran molestia, pero si analizamos las que más quebraderos de cabeza dan, todas las relacionadas con la fontanería, la electricidad o los electrodomésticos se llevan la palma. Dentro de este ámbito, hay un problema que cuando sucede altera nuestro día a día. Se trata de cuando no sale agua caliente del termo eléctrico. Es una reparación bastante común y por la que muchos clientes se ponen en contacto con nosotros.
Los termos eléctricos tienen la misión de almacenar y calentar el agua que luego utilizamos para ducharnos, fregar los platos etc. Coge el agua fría de la red sanitaria y, a través de una resistencia, la calienta hasta los 60 grados. Es un proceso que lleva su tiempo dependiendo de la capacidad del mismo. En general, un termo suele rondar entre los 15 y los 200 litros, siendo los de 50l los más habituales en las casas.
Lo malo de este aparato es que la falta de unas labores de mantenimiento, realizadas por un técnico en calefacción, suelen acarrean problemas. Dentro de las averías más habituales de un termo eléctrico, la que no sale agua caliente es una de las más comunes.
¿Por qué mi termo eléctrico no calienta?
La resistencia no funciona
Es la avería más habitual y su única solución es que la sustituyas por una nueva. Su origen puede deberse a diferentes causas, por lo que deberás contratar a un profesional para que la repare.
Fallo en el termostato
Cualquier termo eléctrico lleva dos termostatos; uno de trabajo y otro de seguridad. El primero regula el calentamiento del agua, mientras que el segundo existe para evitar el sobrecalentamiento de la resistencia. A veces este último salta para impedir este hecho y hay que volver a “armarlo”, mediante un botón. Si al hacerlo, se vuelve a cortar el termostato de seguridad, deberíamos sustituir el de trabajo por uno nuevo, ya que el fallo está en él.
La cal impide la salida del agua caliente
Esto tiene relación con la resistencia y es que la cal puede adherirse a ella y que no haga su función. Para evitar esto, existe una pieza llamada ánodo de magnesio que es la encargada de acumular la cal que hay en el agua y evitar que se pegue en otras piezas del termo eléctrico.
Por último, en algunas ocasiones no es que el termo no caliente el agua sino que hay poca agua caliente. Esto sucede porque podemos tener una pérdida de presión de las tuberías de nuestro hogar. La única solución ponernos en contacto con un fontanero para que nos solvente la situación.
Por suerte la mayoría de averías de los electrodomésticos de una vivienda se pueden prevenir realizando pequeñas revisiones periódicas. Con un mantenimiento preventivo, nos aseguraremos de su correcto funcionamiento y evitaremos que termos o lavadoras dejan de funcionar en el momento menos adecuado.
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